Porque todas las células cromafines producen catecolaminas.
La topografía y la citología funcional de la glándula suprarrenal varían considerablemente entre especies. En los mamíferos, una médula suprarrenal central que contiene células cromafines está rodeada por células esteroidogénicas de la corteza suprarrenal. A pesar de las similitudes de las glándulas suprarrenales de los mamíferos en las secciones teñidas con hematoxilina y eosina, las diferencias organizativas son discernibles mediante inmunohistoquímica y microscopía electrónica. En ratas y ratones, la epinefrina (E) y la norepinefrina (NE), las dos principales catecolaminas producidas por las células cromafines, se almacenan principalmente en poblaciones celulares separadas, con células NE distribuidas como islotes en un fondo de células E (Tomlinson et al. 1987). En humanos, la mayoría de las células cromafines no están especializadas de esta manera (Brown et al. 1971), mientras que el ganado tiene células E concentradas en un manto subcortical (Brown et al. 1971). Las células NE y E se pueden distinguir entre sí y de otros tipos de células en la médula suprarrenal mediante microscopía electrónica (Brown et al.
Figura 1. Apariencia característica de los gránulos secretores en epinefrina normal (E), norepinefrina (NE) y células cromafines que contienen gránulos pequeños (SGC) examinadas por microscopía electrónica después de la fijación en glutaraldehído y postfijación en etróxido de osmio. Los gránulos de tipo NE son homogéneamente densos en electrones y, además, a menudo se retraen de la membrana que los rodea debido a la contracción durante la unión (Coupland 1965). Imágenes cortesía del profesor Rex Coupland. Figura 2. Secciones histológicas de rutina de glándula suprarrenal murina normal (m, médula; c, corteza) teñidas con hematoxilina y eosina (a) o inmunohistoquímica para tirosina hidroxilasa (TH) (b), feniletanolamina N-metiltransferasa (PNMT) (c) o cromogranina A (CgA) (d). Debido a que todas las células cromafines producen catecolaminas, existe una tinción intensa uniforme de la médula para TH. Las poblaciones discretas de células NE se consideran islas negativas para PNMT. La presencia de abundantes gránulos secretores se demuestra por inmunorreactividad para CgA. Sin embargo, la tinción de TH y PNMT es independiente del contenido de gránulos debido a la localización citoplasmática de estas enzimas.
En una rata Wistar macho adulta joven que pesa entre 250 y 270 g, el peso individual de las glándulas suprarrenales es de aproximadamente 16 mg, de los cuales aproximadamente el 90 % es corteza y el 10 % médula. Los pesos y volúmenes calculados de la médula ósea pueden variar hasta en un 30% con diferentes métodos de fijación e inclusión (Tomlinson et al. 1987). En general, las células NE representan alrededor del 20% del número total de células cromafines en ratas Wistar adultas jóvenes (Tomlinson et al. 1987) y un porcentaje algo mayor en animales mayores (Tischler et al. Sin embargo, una variación considerable de la proporción de células E Las células NE pueden existir tanto dentro de poblaciones animales normales como a través de secciones en glándulas suprarrenales individuales (Tomlinson et al. 1987). Coupland et al. La médula suprarrenal recibe su riego sanguíneo de varias ramas de la aorta y sus principales derivados (Coupland y Selby 1976; Kikuta et al. Murakami 1984). Pequeñas ramas de estos vasos ingresan a la cápsula de la glándula y forman una red de capilares que comienza en la corteza y finalmente drena en una sola vena central en la médula. Además, pequeñas arterias o arteriolas atraviesan la corteza y dan lugar directamente a un plexo capilar medular, asegurando a la médula una doble circulación sanguínea.
No parece haber ninguna circulación portal verdadera. La médula suprarrenal está ricamente inervada por terminaciones nerviosas esplácnicas colinérgicas preganglionares simpáticas, que hacen sinapsis con células cromafines y estimulan la secreción de hormonas. También se recibe una inervación significativa de otras fuentes. Los estudios de transporte retrógrado de materiales trazadores inyectados en la médula suprarrenal de rata revelan cuerpos celulares marcados en el asta intermediolateral de la médula espinal, ganglios simpáticos, ganglios de la raíz dorsal y núcleos sensoriales y motores del nervio vago (Kesse et al. 1988). Cierta evidencia fisiológica sugiere que las células E y NE responden a estímulos parcialmente diferentes (Lau et al. Las células E y NE sugieren que la inervación de las dos poblaciones de células cromafines se deriva de fuentes parcialmente diferentes (Holgert et al. 1996) las neuronas también son presente en la médula suprarrenal (Holgert et al. 1994) Estas incluyen las neuronas grandes que a menudo se encuentran en grupos y parecen ser neuronas simpáticas posganglionares (Dagerlind et al. 1990) y las neuronas más pequeñas que a menudo se observan individualmente (Powers et al. 2005). Algunas neuronas de la médula suprarrenal pueden ser parasimpáticas (Tomlinson et al. 1987). Los estudios de seguimiento han demostrado que las neuronas de la médula suprarrenal proyectan axones en el nervio esplácnico (Dagerlind et al. 1990), posiblemente como parte de un sistema de retroalimentación que modula la inervación preganglionar. Debido a la complejidad de la inervación suprarrenal, la denervación quirúrgica con fines experimentales es difícil de realizar y los efectos de diferentes procedimientos pueden ser difíciles de comparar (Kanamatsu et al.
Las células presentes en los fluidos pleural, pericárdico y peritoneal normales incluyen un bajo número de células mesoteliales y, en ocasiones, células inflamatorias. Las células mesoteliales están presentes en pequeños grupos o como individuos. Si se separan del revestimiento de la cavidad durante el proceso de recolección, las células mesoteliales se parecen a las células escamosas con una relación N/C baja y abundante citoplasma débilmente basófilo. Históricamente, las células con esta morfología se han denominado células mesoteliales "pálidas". Las células mesoteliales normales que están presentes en el líquido antes de la recolección son redondeadas y bastante basófilas (células mesoteliales “oscuras”). Miden entre 25 y 35μ de diámetro. Los núcleos están ubicados en el centro, redondos y uniformemente granulados. El citoplasma es abundante. La característica más llamativa de estas células es la presencia de un borde en cepillo periférico eosinofílico o "falda". Las células inflamatorias presentes en los fluidos normales tienen la morfología de los leucocitos normales de sangre periférica. El glóbulo blanco predominante observado varía según la especie. En perros y caballos, los neutrófilos son frecuentes. En gatos y bovinos predominan los linfocitos.